El mañana se construye hoy

¿Te ha pasado que tu menor hijo empieza a hacer un berrinche y no puedes calmarlo? Realmente frustrante, ¿no? Es importante saber que estos comportamientos son parte del proceso de crecimiento y aprendizaje de nuestros hijos. A medida que van creciendo, dejarán de tener estas actitudes y tomarán comportamientos mucho más maduros, acorde a su edad. 

Pero por el momento, ¿cómo hacer frente a este tipo de comportamientos sin fracasar en el intento?

1. Mantén la calma:

La paciencia y la calma es clave en este tipo de situaciones. Como padre de familia deberás mantenerte tranquilo y controlado, pues cualquier acción o expresión podría empeorar más el berrinche. 

2. Empaticen y conversen:

Entiende cuál es el problema y el origen de la rabieta, de este modo, podrás encontrar la forma de intervenir de forma efectiva. Si no encontramos una razón lógica e infundada, es momento de hacerle saber de forma tranquila que su comportamiento y actitud no es el correcto. 

3. Deja que se desahogue y acompáñalo:

Llévalo a un lugar diferente para que pueda calmarse de a pocos. Una vez que esté más tranquilo podrás establecer una conservación con él en donde el pueda escuchar tus argumentos. 

4. Mantente firme

Es importante no ceder ante la rabieta, pues el niño entenderá que hacer una rabieta es la forma correcta de conseguir lo que él desee. Recuerda que los límites ayudarán a su crecimiento. 

Con estos prácticos consejos podrás controlar de mejor manera aquellas desafiantes rabietas por las que pasamos frecuentemente. 

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